Lapacho Rosado (Handroanthus Impetiginosus).
El Handroanthus impetiginosus, conocido, junto con H. heptaphyllus, como lapacho rosado, es una especie arbórea nativa de Sudamérica, donde crece desde el Paraguay, Bolivia, Brasil, Perú, Ecuador, Colombia y el norte de Uruguay y Argentina hasta México. Prefiere suelos arenosos y húmedos.
Es un árbol de buen porte, pudiendo alcanzar los 80 cm de diámetro en el tronco ylos 30m de altura, de los cuales 10 corresponden aproximadamente al fuste. La copa es semi-globosa, con el follaje concentrado en su parte más alta. La flor muestra 4 estambres. El fruto es una cápsula cilíndrica y estrecha, dehiscente, que contiene numerosas semillas aladas.
El lapacho es un árbol de follaje muy atractivo por su floración intensa que se produce en la primavera. Los lapachos son plantas de cultivo sencillo y generalmente sanas, pero muy sensibles a los fríos intensos. Por ello, se cultivan principalmente en el norte y centro del país. Resultan una especie muy apta para plantar en jardines, ya que tienen un crecimiento mediano y sus raíces no son agresivas (no es aconsejable plantarlos en veredas donde la casa este muy cerca).
Durante el invierno conservan sus hojas, que luego caen dando paso a una floración abundante que se destaca sobre las ramas peladas o desvestidas. Requieren suelos fértiles y bien drenados, así como una exposición a pleno sol. Por lo general, comienzan a florecer a partir de los siete años. En las zonas de heladas fuertes es aconsejable plantar los lapachos en primavera, cuando ha pasado este peligro. Durante los tres primeros años coloque una protección en el tronco y la base del árbol en los meses más fríos.
Si se deja crecer en maseta, no hay inconvenientes, ya que en épocas de frio se lo pone en reparo.
¿Cómo germinar tu semilla? Simple, fácil y rápido.
Para germinar tus semillas, necesitas:
- Dos bandejitas de tergopol (las de comida) tipo plato, o un tapper con tapa semi translucido o oscuro completamente, o cualquier recipiente al que le puedas anexar una tapa.
- Dos Servilletas de papel de cocina.
- Agua.
En el recipiente que utilices de los mencionados anteriormente colocas una servilleta doblada a la mitad y la humedeces completamente, tirando los excesos de agua que pudieran quedar en el recipiente. Luego colocas las semillas, y las tapas con la otra servilleta doblada a la mitad, humedeciendo la misma completamente y retirando los excesos de agua que pudieran quedar en el recipiente. Finalmente, colocas la tapa.
Cada día controlas, que la servilleta se mantenga húmeda. Si se secó, la humedeces nuevamente y tiras los excesos de agua que puedan quedar en el recipiente. Además, verifica que no haya sacado raíz, será, puntiaguda y blanca.
Si ya sacó raíz, la puedes colocar en una maseta con buen drenaje de agua y la apoyas sobre la tierra, sin tirar tierra encima, pero que la raíz si quede oculta en la tierra. Regamos una vez por día con un poco de agua. La tierra siempre debe estar húmeda. Verificar que la maseta drene correctamente el agua.
¡No olvides compartirnos una foto de tu logro!
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